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Creo que es seguro decir que a veces no aprecio a mi padre tanto como debería. Después de todo, él es el que me compró mi primera consola en 1989 (el sistema de entretenimiento de Nintendo).
Cuando miro hacia atrás a través de los años, descubro que nunca tuve que preguntarle muchas cosas como cómo afeitarme, cómo comenzar una cortadora de césped o cómo jugar a un videojuego porque siempre quiso mostrarme en lugar de contar. Estoy muy agradecido por eso porque me ha permitido ser el jugador que soy hoy. Así que decidí sentarme con mi papá y discutir cuáles son sus videojuegos favoritos.
Le encantaba la sala de juegos y muchos de sus juegos favoritos son de aquella época en que los cuartos eran el mejor tipo de moneda y las máquinas de cambio estaban de moda.
"Me gusta Galaga", él dice. Galaga Es un juego donde vuelas una nave espacial como en Galaxiano o Invasores espaciales. La diferencia es que la acción es de ritmo rápido y se necesita una cierta cantidad de habilidad para poder obtener una puntuación perfecta para superar un nivel.
Luego menciona DigDug, el juego sobre cavar hoyos. En este juego, es tu trabajo explotar a los monstruos que te persiguen insertando tu bomba en su boca. Luego los bombeas como un globo hasta que se abren. Persigues a los monstruos cavando a través de diferentes capas de tierra, ¡lo que es una explosión!
“Sra. PacMan es mi favorito de todos los tiempos ", dice. "Gané un torneo jugando eso. Conocía las rutas más rápidas y todos los patrones de memoria ”. Pacman Parece que siempre recibe la atención, pero Sra. PacMan lo llevó al extremo al ser más rápido, lo que lo hacía más difícil y requería más habilidad. El círculo con la cabeza inclinada era y sigue siendo una pieza de historia de juego entrañable y, según mi padre, el mejor juego que se haya hecho.
Mi papá no desalentó los juegos cuando yo era un niño como algunos de los padres de mis amigos. Siempre se me permitía jugar a los juegos más recientes cuando podían permitirme comprarlos. Tanto él como mi madre se sentaban y jugaban conmigo cuando tenían tiempo libre en sus manos. Una vez, me pregunté por qué me convertí en un jugador. ¿Qué me hizo amar los videojuegos? Para mí, es hereditario.