He sido un ávido jugador desde que mi papá me compró una Playstation para Navidad cuando tenía 4 años. Desde entonces, he disfrutado de la gran cantidad de experiencias fantásticas disponibles en los juegos, pero nunca pensé en estos juegos como algo más que una fuente de entretenimiento.
Hasta ayer, cuando mi mamá me dijo que mi padre acababa de fallecer.
Estaba desconsolada ... yo a.m con el corazón roto Solo tengo 15 años, y el más viejo de mis hermanos, y ahora, de repente, me veo forzado a una posición en la que debo crecer y ayudar a mi familia lo mejor que pueda. En minutos, mi vida entera cambió. Estaba en shock, no podía creer lo que pasó, solo el otro día le estaba diciendo a mi papá que lo amaba, y ahora él se ha ido.
No pude envolver mi cabeza en torno a lo que pasó. Todavia no puedo
No tenía idea de qué hacer, así que traté de vivir mi vida de la forma más normal posible, por lo que, después de derramar muchas lágrimas, entré en mi habitación para pensar. Era demasiado para mí, y decidí no pensar en ello y pasar a mi actividad favorita: jugar.
Encendí mi Xbox y comencé a jugar algunos de mis juegos favoritos, y mientras lo hacía, me olvidé completamente del mundo que me rodeaba. Todas las lágrimas, preocupaciones y estrés se desvanecieron sin que me diera cuenta. Fue entonces cuando me di cuenta del poder del juego.
No sé qué haría sin jugar ... arañen eso, sé exactamente lo que habría hecho, sentarme en un rincón y llorar. Pero gracias a los juegos, pude aliviar toda esa tensión y simplemente relajarme, algo que la gente da por sentado estos días. Sigo con el corazón roto, pero ahora puedo seguir adelante. Soy capaz de ir al fútbol, hablar con mis amigos y vivir una vida normal como mi padre hubiera querido.
No fueron las palabras de mis amigos o mi familia, ni las horas de llanto y estrés lo que me ayudaron a seguir adelante, sino el simple consuelo de encender un juego y relajarme.
A menudo escuchamos que los juegos se usan como una forma de escapismo como algo malo, pero no veo cómo es así. Simplemente sentándome allí y presionando algunos botones, pude levantarme, consolar a mi madre y mis hermanos y ayudarlos a levantarse. De la misma manera que los juegos lo hicieron por mí.
Jugar juegos obviamente no hará que mis problemas desaparezcan, pero ciertamente me ha ayudado a lidiar con ellos. Te amo papá, gracias por todo lo que hiciste por mí.