¿Alguna vez te has preguntado cómo sería un viaje ácido sin dejar caer ácido? Robin Arnott, inspirado en su propio viaje de LSD, brinda precisamente esa experiencia con su juego, SoundSelf, emparejado con el Oculus Rift.
Usando el Oculus Rift y un micrófono con micrófono, el "jugador" produce un sonido sostenido que luego reacciona con el juego, creando imágenes fractales inspiradas en el audio. Cambiar el tono y el volumen de su voz afecta los colores y formas que emergen.
Pude ver que este juego se utiliza con fines de meditación o para viajes de placer inducidos por drogas. De cualquier manera, es una experiencia psicodélica interesante que muestra aún más posibilidades para Oculus Rift integración.
Echa un vistazo a su video que explica a SoundSelf con más detalle cuando estaban ejecutando su exitosa campaña de Kickstarter.