En GDC 2016 esta semana, hubo una sesión llamada "Juego, juego o adicción: perspectivas científicas y legales de F2P" dirigida por el psiquiatra Tyler Black y su hermano Ryan Black, un experto legal. La sesión abordó los juegos gratuitos y cómo puede surgir la adicción, y las posibles acciones legales futuras contra ellos.
Durante la sesión, Tyler Black afirma que el mayor peligro de la adicción al juego se encuentra entre los niños. Él procede a señalar que no son los mejores para tomar buenas decisiones y resistir los impulsos de gratificación. Esto se debe principalmente al hecho de que sus mentes aún se están desarrollando. Esto los hace más propensos a ser objetivos para juegos que involucran el azar. Él reconoce que el juego en sí es una actividad relativamente inofensiva que puede volverse adictiva por el uso excesivo.
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El uso excesivo al que se hace referencia está arraigado en el deseo de recompensas. El peligro que Black habla sobre las mentiras con títulos que ofrecen descensos raros, jefes esquivos, etc. Estas mecánicas de la "suerte del sorteo" son donde se desarrolla la adicción.
Black propuso que la autorregulación debería convertirse en la norma para dichos juegos. Por ejemplo, los controles parentales que prohíben las microtransacciones y los anuncios en el juego serían efectivos. Proporcionar detalles de los jugadores en cuanto al porcentaje de una caída también sería beneficioso.
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Ryan Black hace notar que estas sugerencias están cerca de ser aprobadas, y algunas ya están implementadas para otros países. Su preocupación es que el gobierno siempre ha encontrado una manera de legislar sobre el entretenimiento que puede ser perjudicial (ver juegos de azar). Tal vez sea una cuestión de tiempo para los juegos en los Estados Unidos.
Los hermanos enfatizan que sería mejor para las compañías de juegos tomar el asunto en sus propias manos antes de que el gobierno lo haga. Tyler Black finalmente termina la sesión con la expresión de que los diseñadores de juegos deben ser responsables, no alentando el juego compulsivo, sino que ofrecen diversión y un desafío justo.