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En una entrevista reciente, los desarrolladores de la Final Fantasy VII Remake publicó algunos datos más acerca de sus planes para el juego, así como provocó la ira de muchos fanáticos al afirmar que parte del contenido debería atenuarse para una audiencia moderna.
La productora Toshinori Kitase y el director Tetsuya Nomura declararon en una entrevista con el blog de juegos japonés Esuteru que tendrían que ser "cuidadosos" sobre la forma en que abordan ciertas escenas debido al "tiempo y la situación social". Hicieron referencia específica a The Honey Bee Inn, así como a la fecha que aparece en Gold Saucer, lo que posiblemente signifique que Barret ya no será una opción para el viaje en teleférico a la luz de la nube de Cloud.
Un remake real, no solo actualización visual
Final Fantasy VII Remake Podría decirse que fue uno de los anuncios más emocionantes en el E3 2015 porque los fanáticos han estado pidiendo a gritos que este clásico amado sea llevado a la era moderna. Sin embargo, desde su revelación, casi todos los cambios anunciados por los desarrolladores han enfurecido a los fanáticos del original, y este no ha sido diferente.
Algunos usuarios de Twitter han condenado con furia estas afirmaciones por complacer a la corrección política, que consideran que arruinará el juego, pero cuando retroceden un paso y lo miran objetivamente, es obvio que sus acciones tienen un sentido comercial sensato.
Teniendo en cuenta el hecho de que, básicamente, se acepta que Cloud fue molestado en The Honey Bee Inn por esos corpulentos capullos que lucían pornografías de la década de 1970, si esta escena en particular se rehacía con un motor gráfico más moderno y claro, la clasificación por edades del juego tendría que ser empujado hacia arriba, esencialmente sacrificando las ventas de cualquier jugador más joven que tenga la intención de jugar el juego.
Aumentar la calificación no necesariamente sería un problema si el resto del juego fuera abiertamente sexual o violento, pero si has jugado al juego, sabes que ese no es el caso. Dicho esto, ¿realmente vale la pena perder potencialmente miles o incluso cientos de miles de ventas para la preservación de algunas escenas cortas?