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Alguien acaba de aprender una dura lección sobre las consecuencias de las falsas amenazas: Matthew Tollis, un hombre de Connecticut de 22 años, quien fue acusado de participar en varios incidentes de SWATing, incluido un engaño de amenaza de bomba, fue condenado en un tribunal federal el pasado martes a una Año y un día en prisión, más servicio comunitario.
Su sentencia comienza el 5 de noviembre.
Tollis se declaró culpable en junio de "conspirar para participar en el transporte malicioso de información falsa", un cargo que podría haberlo dejado en la cárcel hasta cinco años en prisión. Fue arrestado por primera vez en septiembre de 2014 por su papel en una trampa de amenaza de bomba en la Universidad de Connecticut a principios de ese año, que cerró el campus durante varias horas.
Los documentos de la corte indican que Tollis formó parte de un equipo de Xbox llamado TCOD (Team Crucifix Or Die), quien inició varios incidentes de aplastamiento al usar Skype para llamar a rehenes falsos, bombas, asesinatos en masa y amenazas de armas de fuego para causar una interrupción al atraerlos. Servicios de emergencia, como los equipos SWAT, a ciertos lugares. La práctica se usa a menudo como una forma de venganza o broma.
El FBI ha localizado al menos otro miembro de TCOD en Escocia y está trabajando con las autoridades locales para localizar y arrestar a otros miembros que se cree que viven en el Reino Unido.
Esta sentencia podría ser una señal de que las autoridades están tomando SWAT más en serio y quieren enviar un mensaje a otros SWATters.
El abogado de los Estados Unidos Dierdre Daly advierte que la práctica "no es una broma escolar, es un delito federal", que causa "angustia emocional grave" a sus víctimas y desperdicia recursos de emergencia vitales. Otros, como el jefe de la policía de Princeton, Nick Sutter, han llegado al extremo de llamar a la práctica "terrorismo" que, según él, se ha convertido en una "epidemia" en todo el país.
La determinación del FBI de rastrear a los otros miembros de TCOD ciertamente muestra que el gobierno federal no cree que esto sea un asunto de risa.