En un movimiento que se siente trágico, Nintendo ya no venderá consolas ni videojuegos en Brasil. La noticia fue anunciada ayer con el comunicado oficial que dice lo siguiente:
"A partir de enero de 2015, Gaming do Brasil, una subsidiaria propiedad de Juegos de Video Latinoamérica, GmbH, ya no distribuirá los productos de Nintendo en Brasil".
Nintendo dice que el mercado es sostenible para ellos en Brasil y cita los altos costos de importación y los impuestos locales impuestos por el gobierno como los culpables. Estas tarifas aumentan el costo de las consolas y juegos para el consumidor y pueden disuadir las compras. Para un marco de referencia, una Wii U en el lanzamiento tuvo un costo de R $ 1,899 en Brasil, que en ese momento era de aproximadamente $ 830 USD.
Cualquier producto restante de Nintendo en Brasil se venderá hasta que se agote el suministro. Posteriormente, los jugadores brasileños tendrán que importar productos por su cuenta.Actualmente se espera que la interrupción de la distribución sea temporal. En una entrevista con Bill Van Zyll, Gerente General para América Latina de Nintendo, la compañía expresó que aún se preocupa profundamente por su base de fanáticos brasileños y sugiere que continuará buscando soluciones a sus problemas de distribución. Sin embargo, no hay una palabra oficial sobre si o cuándo se reanudará la distribución.
Cualquier producto restante de Nintendo en Brasil se venderá hasta que se agote el suministro. Posteriormente, los jugadores brasileños tendrán que importar productos por su cuenta. Se espera que otras naciones latinoamericanas, como Paraguay, Chile y México y los Estados Unidos, no se fumen por la decisión de Nintendo, que ofrezca opciones de importación a los jugadores brasileños, aunque sean costosas y difíciles.
Nintendo no es la única empresa que tiene que luchar con las altas tasas e impuestos de importación de Brasil. El costo de la PS4 y Xbox One en el lanzamiento fue de R $ 3,999 y R $ 2,200, respectivamente, lo que equivale a $ 1,850 y $ 1,016 USD en ese momento. Según se informa, entre el 60 y el 70 por ciento del precio de la PS4 se debe a los impuestos y a las tarifas de importación, incluidos los impuestos que se aplican a los juegos debido a una antigua ley que clasifica técnicamente a los videojuegos como juegos de azar. Microsoft logró reducir el precio de su Xbox One fabricando en Brasil, un movimiento que, según se informa, Nintendo ha declarado no funcionará para ellos.
¿Qué piensas? ¿Es la política fiscal de Brasil la culpable de la decisión de Nintendo, o podría la compañía hacer más por sus fanáticos? ¿Crees que sentiremos que los efectos residuales de este negocio se mueven aquí en los EE. UU.? Háganos saber en los comentarios a continuación.